Últimas entradas

En este momento estás viendo ¿Hay vida después del Sr. Adelson?
Elevated View Of Workers In Busy Modern Design Office

¿Hay vida después del Sr. Adelson?

Barcelona está entre las 10 ciudades más importantes y más atractivas del mundo desde el punto de vista turístico. Pero también está entre las ciudades que se perciben como más innovadoras, de mejor calidad de vida, más activas y con mayor capacidad de atracción.

Y las cifras y los actos lo confirman. Recibimos más de 10 millones de turistas de una gran diversidad de perfiles y de países de origen, el 22@, con las complejidades propias de la ambición del proyecto, está poco a poco transformando una parte importante de la ciudad y, lo que es más importante, su economía. Decenas, o cientos, de miles de personas eligen Barcelona a lo largo del año para estudiar o trabajar, y grandes eventos mundiales, como la EIBTM o el Mobile World Congress han elegido, no con poco esfuerzo por parte de las autoridades y de algunos empresarios, Barcelona como su sede para los próximos años. Por último, y para el tema que nos atañe, recientemente la ciudad se ha inventado el Smart City Expo & World Congress, que ha situado a Barcelona entre las ciudades del mundo que quieren liderar el muy atractivo y jugoso negocio del desarrollo de las ciudades del futuro. Barcelona está bien posicionada, en muchos casos desde una visión de liderazgo de grandes temas a nivel internacional.

En el tema Barcelona, podríamos decir que se lo cree, yo diría más, que nos lo creemos.

¿Y Cataluña?. Las cifras nos dicen que somos el primer o el segundo destino turístico de Europa, según el indicador que se utilice. Pero aquí posiblemente estemos ante otra realidad. En el sector que más conozco, que es el turístico, y sacando a la ciudad de Barcelona del mapa, lo último importante que sucedió para el mismo fue la creación de Port Aventura, a mediados de los 90. Y anteriormente, a lo mejor nos tendríamos que remontar a la creación de Baqueira Beret. Algunos podrían argumentar, no sin razón, que un proyecto que parece que haya aparecido de repente, pero que lleva más de 13 años gestionándose y creciendo y que, en principio, nada parece tener que ver con lo turístico, que es La Roca Village, es el nuevo gran atractor de turistas internacionales, más de 2 millones en el año 2011. Pero no es una iniciativa del sector turístico, ni de los políticos.

Por otro lado, lo que las cifras del INE demuestran, en el sector turístico, es que entre los años 2005 Y 2010, las costas (Brava, Daurada y Barcelona) perdieron un 6% de cuota de mercado en camas respecto al total de Cataluña, y un 8,3% de cuota de mercado en el total de viajeros alojados en establecimientos reglados. Y esta pérdida no es sólo a favor de la ciudad de Barcelona, sino también a favor de los territorios de interior Y, a nivel general, y según los datos de la Contabilidad Regional de España del INE, el PIB de Cataluña creció, entre los años 2000 y 2010, un 1,85% de media anual, sólo por encima del de Canarias, Asturias y Baleares, y muy por debajo del 2,06% de crecimiento medio anual para el conjunto de España.

En el tema Cataluña, a lo mejor, podríamos decir que no nos lo creemos y, posiblemente, que no se lo cree.

Pero creo que tenemos una gran oportunidad para demostrar que no es así. Que sí nos lo creemos, y que sí se lo cree. Y me refiero a todo lo que está pasando, y todo lo que está trayendo consigo, el proyecto del Sr. Adelson.

Allá por el año 2005, cuando estábamos desarrollando el primer plan estratégico de turismo de Cataluña, sugerimos que había que crear una oficina de atracción de inversiones turísticas para dar un salto cualitativo a la oferta turística catalana en su conjunto y para demostrar que éramos una sólida opción de inversión para el sector turístico internacional, en todas sus manifestaciones. Y también dijimos, en el III Congreso de Turismo que se celebró el año 2008 en Port Aventura, que un destino de prestigio internacional no se construye en base a muchos poquitos. Más recientemente, en algunos foros hemos defendido que Cataluña necesita proyectos estratégicos en el ámbito turístico para recuperar el impulso que la ha situado en la élite del turismo mundial, y también, creemos ahora, para recuperar la autoestima.

En las últimas semanas se ha generado un encendido debate sobre el proyecto del Sr. Adelson. Que si Las Vegas sí, que si Las Vegas no. Que si el juego nos va a pervertir a todos, que si va a desnaturalizar nuestro territorio y nuestros valores, que dónde se ubica, que …, aunque también han surgido defensores a ultranza del proyecto por las evidentes ventajas que comportaría, aunque los cambios legislativos que parece implicar en algunos casos puedan llegar a parecer excesivos o, simplemente, inviables.

Pero quizás el debate es otro, y quizás se tendría que aprovechar para dar un paso adelante. El debate, desde mi punto de vista, es si Cataluña, y creo que hay que decirlo, gracias a la posición que ocupa hoy Barcelona, necesita y puede desarrollar o atraer proyectos estratégicos, motores, que permitan una evolución de su modelo turístico tradicional hacia un modelo basado en el valor añadido y en la experiencia y no en el control de costes.

Mi respuesta a ese debate es que claramente sí. Lo necesita, porque creo que es la única manera de transformar de forma paulatina una realidad muy consistente y muy productiva, y que nos ha traído hasta donde estamos, pero también muy reactiva, que es probable que no nos lleve mucho más allá. Y, mucho más importante, creo que tiene la capacidad de desarrollarlo. Somos un destino líder, somos un país con vocación de liderazgo, al que nunca le ha dado miedo la innovación, ni romper barreras, ni saber ir más allá de lo que la realidad en teoría marca. ¿Por qué hemos de esperar a que el Sr. Adelson tome una decisión?. ¿Por qué no tomamos la iniciativa?.

Nuestros políticos están demostrando que tienen visión, y parece que están dispuestos a arriesgarse enfrentándose a la realidad, y tomando decisiones si creen que están haciendo lo correcto para el país. Desde los diferentes ámbitos se han tomado decisiones valientes, y se ha demostrado que, si la cosa vale la pena, se está dispuesto a ir más allá.

Quizás a los empresarios nos toca ir un poco más allá también. Hay muchos que han invertido y están invirtiendo en sus negocios e inmuebles, pero a lo mejor hace falta pensar en otra dimensión, y no sólo aprovechar (o sobrevivir) la coyuntura actual sino pensar en cómo queremos diseñar el futuro.

Por lo tanto, que el Sr. Adelson se lo piense, pero que no tarde mucho, porque Cataluña es una gran oportunidad de inversión, tiene todos los elementos para generar proyectos innovadores, sostenibles, generadores de empleo y riqueza y creadores de una experiencia como pocos lugares en el mundo pueden ofrecer. Y el mundo está lleno de dinero que busca dónde invertir, y de inversores, operadores y gestores que están deseosos de encontrar territorios predispuestos, preparados y con trayectoria que creen oportunidades y las condiciones para poderlas aprovechar y donde sea agradable y enriquecedor vivir, y Cataluña, con Barcelona a la cabeza es, sin duda alguna, uno de ellos, yo creo que uno de los mejores.

Sin duda alguna, creo que le tenemos que dar las gracias al Sr. Adelson por habernos hecho ver, a todos, que un gran proyecto es posible. Incluso por haber identificado una localización con enormes ventajas competitivas. Pero al final, el territorio lo tenemos nosotros, y como he repetido en muchos foros, el territorio es el principal elemento de competitividad y de diferenciación en el sector turístico, y es el único elemento que no es deslocalizable, como afirma mi buen amigo, Alfonso Vegara.

El Sr. Adelson tiene dinero. Mucho, pero sólo es dinero. Por lo tanto, repito, que no se lo piense mucho, pues creo que, en todo caso, tenemos la obligación de crear nuestra propia oportunidad y, a lo mejor, resulta que es mucho más rentable, sostenible y diferenciada que la suya. Probablemente, también, sea mucho más difícil, pero en el entorno actual, ¿qué no lo es?.

¿Nos lo creemos?