La semana pasada asistimos en Santander al encuentro de Exceltur en la UIMP titulado “Ganar competitividad turística: retos de la nueva legislatura autonómica”, durante la jornada  se presento el informe MoniTUR 2010 que realiza una aproximación a la competitividad turística relativa de las CCAA. El informe se está consolidando como “ranking” de competitividad, y por lo tanto es objeto de análisis y comentarios por parte de los gestores públicos de destinos y empresas.

El informe tiene varios aspectos a resaltar, pero me quiero centrar en uno de ellos,  la consideración del turismo de compras en el apartado “diversificación y estructuración de productos turísticos”, y cuya valoración se basa en la dotación comercial por población residente y turística, y en el  grado de liberalización de los horarios comerciales de la Ley de Comercio de cada Comunidad Autónoma.

Llevamos más de 10 años trabajando el turismo de compras para el grupo Value Retail, y sus dos centros en España La Roca Village y Las Rozas Village; el concepto de centro es muy atractivo tanto para el mercado residente como para el mercado turístico, y por tanto, a lo largo de estos años se han definido las herramientas necesarias con las acciones concretas para captar a los turistas como público objetivo, consiguiendo que ambos centros se posicionen como destinos turísticos de compras.

Las primeras reuniones con la administración turística y el canal de intermediación empezaban con la pregunta ¿turismo de qué?, pasando por explicar que en otros países-destinos era una tipología turística más, y acababan cerrando una visita a los centros para explicar in situ la experiencia única de compras que ofrecen los centros de Value Retail.

Hace diez años la dificultad para dar a conocer el turismo de compras como parte de la oferta turística del destino era tremenda; no conozco ningún producto turístico en el que el liderazgo de la oferta privada haya sido tan importante como en el caso del turismo de compras: jornadas, conferencias, presentaciones a las administraciones públicas, al sector de intermediación, acciones de co-marketing, acuerdos con transportistas,  acuerdos con TTOO y AAVV, campaña de prescriptores a la oferta de alojamiento, talonarios turísticos,…, cientos de acciones de marketing turístico cuyo objetivo final era captar turistas a los centros, pero que conseguían varios objetivos parciales, entre ellos, que el turismo de compras se considerase en el portafolio de productos de los destinos.

De esos primeros años hasta la actualidad la realidad ha cambiado mucho, ya en el año 2008, el Patronato de Turismo del Ayuntamiento de Madrid  nos invitó a dar una conferencia sobre turismo de compras en Madrid y aproveché la oportunidad para hacer un repaso de la evolución del turismo de compras en España.